
Tus joyas MESH están hechas con tiempo, detalle e intención. Para que mantengan el brillo y la belleza original por muchos años, también merecen cuidados a la altura. En esta guía simple, compartimos contigo los pasos esenciales para preservar piezas bañadas en oro con cariño — como se cuida algo precioso.
1. Evita el contacto con perfumes, cremas y productos químicos
El baño de oro es delicado. Cuando se expone a sustancias químicas (como perfumes, lociones, productos para el cabello o detergentes), puede perder el brillo más rápidamente. El consejo es simple: pon tus joyas siempre al final de la rutina.
💡 Consejo MESH: lleva tus joyas en el bolso y solo póntelas cuando estés lista.
2. Quítate las joyas antes del baño o la playa
El agua corriente, el cloro y la sal pueden desgastar el baño de oro con el tiempo. Además, aumentan el riesgo de oxidación en piezas con componentes metálicos expuestos.
Úsalos, brilla, pero deja que el agua sea para los baños — no para los pendientes.

3. Limpia con un paño suave y seco
Nada de frotar con fuerza. Un paño de algodón o microfibra es ideal para eliminar polvo, huellas dactilares y pequeñas partículas. Si necesitas una limpieza más profunda, usa agua tibia con jabón neutro, pero nunca frotes con un cepillo.
4. Guarda tus piezas por separado
Las joyas deben guardarse en un lugar seco, lejos de la luz solar directa. ¿Lo ideal? Una caja de joyas con divisiones e interior de piel o terciopelo. Así evitas arañazos y contacto con otras superficies metálicas.
Evita dejar varias piezas sueltas en la misma caja — la fricción constante puede dañar el baño.

5. Evita dormir con tus joyas
Durante la noche, el contacto constante con tejidos y movimientos involuntarios puede causar desgaste. Quitarlas antes de dormir es un pequeño gesto que hace una gran diferencia.
Cuida el brillo como quien cuida una historia
En MESH, creemos que las joyas son más que accesorios — son extensiones de la memoria y del sentir. Cuidarlas es cuidar lo que nos representa.

