Elegir una joya parece sencillo — hasta que empiezas a mirar con atención los materiales. Plata, oro, acero, latón… de repente, lo que era una decisión estética también se convierte en una cuestión de valor, comodidad, durabilidad y conciencia.

En MESH, trabajamos exclusivamente con plata 925 100% reciclada. No por casualidad, sino por convicción. A lo largo de este artículo, te mostramos con claridad las principales diferencias entre los metales más comunes en la joyería — y por qué la plata puede ser la elección más equilibrada (y especial).

¿Por qué elegir plata 925?

La plata 925 está compuesta por un 92,5% de plata pura y un 7,5% de otros metales, garantizando la resistencia necesaria para durar, sin perder el brillo que la distingue.

✔️ Es un metal precioso, con valor real y duradero

✔️ Tiene un brillo atemporal, que se adapta a cualquier estilo

✔️ Es antialérgico — y todas las piezas MESH son libres de níquel

✔️ Es maleable — permite detalles hechos a mano con precisión artesanal

✔️ Es más accesible que el oro, haciendo la joyería de autor más democrática

✔️ Es sostenible — usamos solo plata reciclada

Nota: La plata puede oscurecerse con el tiempo (oxidación), pero una limpieza suave es suficiente para recuperar su brillo original.

Oro: el clásico eterno (con un costo acorde)

El oro es sinónimo de lujo y prestigio. Es extremadamente duradero, y su brillo cálido es inconfundible. Pero hay matices importantes:

🔸 Es más caro, lo que lo hace menos accesible

🔸 Quilates más altos (como 24k) son muy maleables y menos resistentes al uso diario

🔸 A menudo se reserva para ocasiones especiales, y está menos presente en el día a día

Si buscas una pieza simbólica y para toda la vida, el oro es una elección sólida. Pero si valoras versatilidad, diseño autoral y un lujo más accesible, la plata 925 puede ser tu nuevo esencial.

Todas las piezas MESH están disponibles en dos acabados: plata natural o dorado elegante con baño de oro 18kt (1 micrón) sobre plata 925 reciclada — con oro también reciclado.

Acero inoxidable: duradero, pero limitado en diseño

El acero inoxidable ganó popularidad por ser accesible, resistente y poco propenso a la oxidación. Pero su lado más funcional trae limitaciones:

🔸 Tiene un aspecto más industrial y rígido

🔸 Es menos maleable — por lo tanto, menos apto para diseño elaborado

🔸 No es un metal precioso

🔸 Puede causar alergias en pieles sensibles

Es una buena solución para piezas casuales o utilitarias, pero no ofrece el mismo detalle o nobleza de una joya artesanal en plata.

Latón: accesible, pero efímero

El latón se usa frecuentemente por parecer dorado — pero solo a primera vista. En la práctica:

🔸 Se oscurece rápidamente y requiere mucho mantenimiento

🔸 Puede causar reacciones alérgicas

🔸 No tiene valor como metal precioso

🔸 Es una elección estética y temporal

En MESH, no utilizamos latón. Creemos que la joyería debe tener valor, durar en el tiempo y respetar a quien la usa.

Metales en la joyería: comparación directa

Entre todos los materiales utilizados en joyería — como el latón, el acero inoxidable o incluso el oro — la plata 925 destaca por ser el equilibrio ideal entre belleza, durabilidad y valor real.
Además, es un metal precioso, hipoalergénico y permite un enfoque más artesanal al diseño — algo esencial en el ADN de MESH.

La elección MESH: plata 925 reciclada y diseño con propósito

En MESH, cada pieza es diseñada con intención y hecha localmente con procesos manuales.
Usamos exclusivamente plata 925 reciclada, trabajada a mano y libre de níquel.

Porque cada detalle importa — y la joyería debe ser más que un adorno: debe contar una historia, acompañarte en el tiempo y reflejar tus valores.

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